El autillo, nuestro pequeño búho
El autillo es el más pequeño de nuestros búhos, con unos 20 centímetros de altura y 55 de envergadura alar, y siendo la hembra un poco más grande que los machos.
Su cuerpo es delgado y a pesar de que puede ahuecar su plumaje y tener aspecto rechoncho, tiene figura esbelta, siendo cabezón y teniendo alas largas. Su plumaje es de tonos pardos, rojizos, marrones o grises, muy similares a los de las cortezas de los árboles, y está barreado con tonos más oscuros, lo que le hace ser el rey del escondite. Le caracterizan dos pequeños penachos a modo de “orejas” que no siempre lleva visibles, y unos espectaculares ojos amarillos.
Generalmente, es un ave estrictamente nocturna, y principalmente se trata de un animal insectívoro, con predilección por mariposas nocturnas y saltamontes, aunque también puede llegar a comer reptiles, pequeñas aves y micromamíferos, que suele cazar saltando sobre ellas o en cortas persecuciones.
Como ya se ha indicado es un ave mayoritariamente migradora. Entre febrero, pero sobre todo marzo-abril-mayo, llega desde sus cuarteles de invierno en África, a los que retorna entre agosto y octubre (ya que la inmensa mayoría de ejemplares pasan el invierno al sur del Sahara). Algunos ejemplares permanecen en la Península Ibérica durante el invierno pero son muy escasos, siendo aún más escaso cuanto más al norte vayamos.
El autillo europeo es muy abundante como reproductor en España y hasta la mitad de Francia. Curiosamente hacia el norte de Francia y del resto de Europa la especie, pudiendo estar presente se hace mucho más rara.
En nuestras tierras frecuenta zonas en las que hay arbolado. Sotos, dehesas, huertos, parques, jardines y pequeños bosques (evitando los bosques muy densos).
Aquí puedes conocer la vida del autillo y familiarizarte con su canto. |