El año pasado un fuerte temporal en el Cantábrico trajo hasta el interior un buen número de gaviotas tridáctilas, muchas de las cuáles terminaron muriendo o siendo recogidas para intentar su recuperación su regreso al mar. La gaviota tridáctila era una especie muy rara en Navarra ya que es de comportamiento pelágico salvo en la época de nidificación. En España solo nidifica en dos colonias minúsculas en Galicia. No todas las gaviotas tienen el mismo comportamiento ni distribución. Las hay que se encuentran regularmente en el interior como la gaviota reidora durante en el invierno y otras menos habituales pero también comunes como la gaviota patiamarilla y la gaviota sombría. Otras por el contrario son de comportamiento más costero o pelágico en cualquier época.
Este año en la primera semana del mes de diciembre se ha producido una situación parecida que ha permitido realizar las primeras observaciones de paíño boreal en Navarra. La observación de especies nuevas para Navarra constituye hoy en día toda una novedad.
El paíño boreal es una especie pelágica, es decir, de mar adentro y que solo se aproxima a las costas para nidificar. Nidifica muy al norte en Islandia, las islas Feroe o la parte norte del Reino Unido. El paíño boreal se alimenta en alta mar de crustáceos planctónicos, alevines y pequeños peces, y desechos de varios tipos, material que recoge de la superficie del agua en una especie de vuelo cernido sobre la misma. En otoño e invierno la especie se desplaza hacia el sur emigra y puede observarse de forma regular en grandes números enfrente de las costas cantábricas y gallegas. Y no es raro que se interne por puertos, rías y zonas próximas a la costa. Sí es más raro que llegue a atravesar los puertos montañosos del norte de Navarra para dejarse ver por zonas de la Navarra media. Tan raro que hasta la fecha no se había constatado su presencia en nuestra comunidad a pesar de la importante cobertura de la misma por numerosos observadores aficionados y profesionales.
La primera observación se produjo el día 1 de diciembre en la carretera que lleva de Pamplona a Ostiz, cerca de Olave, y fue comunicada por Lander Goñi. Un ejemplar seguramente agotado y desorientado acabó siendo atropellado por un vehículo. Posteriormente 3 ejemplares fueron observados por numerosos observadores* en la balsa de Zolina, próxima a Pamplona. Otro ejemplar, fue recogido en el valle de Salázar por Koldo Villalba, también en mal estado. Finalmente, dos ejemplares más fueron encontrados muertos, los días posteriores, en la balsa de Loza por Pedro Nuin. No hay que descartar que alguno de ellos pudiera corresponderse con los mismos ejemplares que días antes se habían observado en la balsa de Zolina ya que ambos humedales se encuentran a tan solo unos kilómetros de distancia y dentro de la cuenca de Pamplona.
No sabemos cuántos son los paíños boreales que pudieron adentrarse hasta la zona media de Navarra pero sí que muchos lo pasaron muy mal para encontrar su alimento en un hábitat muy distinto al que están habituados y que muchos perecieron en su intento desesperado de sobrevivir tierra adentro. Lo que sí está claro es que Navarra cuenta con una especie de ave más en su listado de aves.
A la misma vez y también en la balsa de Zolina se llegaron a observar hasta 16 falaropos picogruesos también un ave típicamente marina y récord en cantidad dentro de Navarra.
* Mikel García, Ricardo Rodríguez, Juan I. Deán, José Ardaiz, Olga Martínez, Alfonso Llamas
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