Pues hazte a la idea: ha sido la primera observación de esta especie tanto para Ana como para mí... ¡y lo vio ella desde el coche en marcha!
Paramos donde buenamente pudimos, resultó ser una parejita, macho y hembra, y tuvimos la oportunidad de disfrutar unos minutos de ellos antes de que echaran a volar hacia un pinar cercano.