Muy curioso hallazgo, no la conocía. Cuanto más pequeñas son más molestas resultan. En las zonas donde se colocan compostadoras con numerosos restos de fruta se crían mosquitas Drosophila, de la misma familia, Drosophilidae, pero que no tienen la molesta costumbre de posarse en el cuerpo o los ojos de la gente.