El tizón, a mi entender, es más seguro de sí mismo. Aguanta la cercanía del fotógrafo y el verse apuntado por la cámara, sin problemas. El colirrojo real, no lleva tan bien, eso de verse apuntado, aunque tampoco es de las aves más asustadizas que conozco. Sacarle una buena foto, es más complicado que al tizón.