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« en: Diciembre 21, 2010, 07:47:10 pm »
Hola a todos-as!
Quería compartir con vosotros una gratificante experiencia que estoy disfrutando estos días. La cosa es que hace dos semanas se celebró en Orisoain (Valdorba) la Feria de la Trufa en Navarra, y me dejé caer a pasar la mañana.
Dentro de todas las actividades organizadas (charlas, exposiciones, etc) había una carpa dedicada al comercio de productos trufados (derivados de la trufa). Pues bien, vista la variedad de productos, decidí comprar una trufa y experimentar (tengo cierta vena de cocinillas).
En un principio era un poco reticente a este producto, ya que en todo el pueblo se anunciaba el precio del producto estrella, la Trufa (Tuber melanosporum): 750 €/kg. Si, esta bien escrito. Finalmente me atreví y compre un ejemplar de 30 gramos que costó 22,75 €, del tamaño de una pelota de golf.
Y una vez adquirido el producto, soló me faltaba buscarle el uso. Si teneis curiosidad, San Google os dirá lo que necesitais. Yo me decanté por el siguiente "Paln de trabajo":
- Dia 1: metí en un tapper la trufa con 1 docena de huevos (en casa somos 2, no es plan de abusar), medio queso de oveja de Idiazabal y unos filetes de ternera. Después de 48 horas, saqué la trufa y a probar se dijo.
- Día 4: partí la trufa en 2 partes, una esta en el congelador y la otra en una garrafa de aceite de 3L, que aromatizó el producto durante varios días (unos 5 creo). Después, la pasé a una botella de cognac donde estará hasta que me aburra.
- La media trufa que se quedó en el congelador, irá destinada a preparar tostadas con salsa de queso trufado (Philadephia con trufa rallada) y salsa de trufa que acompañe al solomillo de Nochevieja.
Pues esto es todo. No se que os parecerá pero yo obtengo algunas conclusiones:
- No me parece un producto caro, dado el uso que se le puede dar antes de consumirlo.
- El resultado culinario es espectacular, aunque si se aromatizan demasiado los alimentos puede resultar un poco desagradable.
- Me parece una buena forma de potenciar nuestros maltrechos bosques, y más los encinares o avellanedas sin usos madereros.
- En Italia existe toda una cultura trufera, recolectando una decena de especies en diversos hábitats, de manera sostenible y perfectamente legislada.
Por mi parte, nada más, esperó que os sirva de ayuda y os animo a probar. Saludos!