Pues sí, Mari Carmen, ese nombre, Baizongia pistaciae, aparece en la foto 2 de la publicación de José Luis Nieves-Aldrey. Se ve que, como todo en botánica, lo de las agallas es amplísimo y muy variado, lo que sin duda es una gran suerte ante la que una vez más nos maravillamos. Un poco más adelante de la Chondrilla entré en el pinar y ahora veo que junto a una bellota del roble había otra agalla inducida por el Andricus panteli (Tav.), según el texto referenciado. No sé qué especie de quercus pueda ser, ¿quercus robur o petraea, acaso?. Joserra